Creación de vínculos educativos y colaborativos entre pares:
Aprendiendo de la pandemia del Coronavirus a través del diálogo y la diversidad.
Autores: Gabriel Medianero 1, Daniel Balva 2, Adbeel Atherley 3, Julio Gómez-Henao 4, Sofía Majul 5
1 Facultad de Psicología, Universidad de Panamá
2 Departamento de Psicología de Consejería, Universidad de Georgia
3 Facultad de Psicología, Universidad de Panamá
4 Facultad de Psicología, Universidad Pontificia Bolivariana
5 Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Rosario
La pandemia del Coronavirus nos ha mostrado formas creativas en las que nuestra profesión ha podido romper las barreras internacionales. Al respecto, encontramos pertinente y necesario resaltar los esfuerzos que algunos/as estudiantes de psicología han realizado, a pesar de las dificultades que han vivenciado en este tiempo de crisis, especialmente ante la afectación considerable del sector educativo. Estos esfuerzos han conducido al establecimiento de redes colaborativas de aprendizaje entre pares que encuentran su riqueza en el diálogo, y que han logrado superar fronteras geográficas alrededor del mundo para favorecer una profesión diversa y culturalmente informada.
En primera instancia queremos destacar a aquellas instituciones que se abrieron a la posibilidad de recibir a estudiantes internacionales de manera virtual. Esto permitió que estudiantes pudieran superar barreras financieras y participar en clases, talleres y congresos en instituciones fuera de su propio país, lo cual que antes de la pandemia hubiera podido representar un obstáculo mayor debido a los costos en los gastos de vuelos, estancias, inscripción y transporte. Estas oportunidades les han permitido a los/las estudiantes ampliar sus conocimientos y obtener importantes experiencias de aprendizaje y conexión con estudiantes y profesionales de otras partes del mundo.
No obstante, los espacios de formación internacional entre estudiantes han logrado superar la educación formal, encontrando en la educación informal y no formal espacios de enriquecimiento mutuo, en donde la psicología internacional, lejana de limitarse a la movilidad internacional, corresponde a una forma de pensar y de hacer en medio de la diversidad y de la multiculturalidad, a la posibilidad de expandir las fronteras de conocimientos y a la oportunidad de enriquecer el desarrollo de la profesión a través de los desarrollos que se realizan en cada uno de los países.
De esta forma, a partir de la convivencia virtual entre estudiantes de diferentes partes del mundo han surgido redes estudiantiles y oportunidades de colaboración entre pares. Esto ha implicado una separación del aprendizaje institucionalizado a uno en donde los/as mismos/as estudiantes favorecemos discusiones a partir de temas de común interés y de acuciosa actualidad. Este elemento lo consideramos de suma importancia, debido a que, a diferencia de otros espacios académicos internacionales en donde los/las estudiantes asisten a conferencias magistrales, en estas redes colaborativas prima el diálogo.
La posibilidad de conversar y dialogar se convierte en un potente instrumento de aprendizaje, el cual usualmente no se fomenta en las instituciones educativas. En este sentido consideramos que, así como se diferencia el saber leer de la comprensión lectora, las redes colaborativas entre estudiantes han permitido identificar que hablar es diferente a dialogar. Con relación a esto, formarnos en el diálogo ha implicado la posibilidad de trabajar con la diferencia, construir en medio de la diversidad y de la multiculturalidad, de escuchar atentamente, y de practicar el respeto mutuo; es decir, ha permitido el fomento y el desarrollo de la psicología internacional. Esta apuesta, con seguridad es una formación que no solo nutre a sus participantes, sino que brinda mayor solidez para el crecimiento actual y futuro de nuestra profesión.
Claro está la ganancia en términos profesionales y académicos que surge de estos espacios en donde se aprende de la experiencia y conocimientos de otros/otras estudiantes; sin embargo, la posibilidad de diálogo hace que esta ganancia trascienda lo académico/profesional, pues de repente, los/las estudiantes nos podemos ver inmersos en discusiones acerca de la vida, de lo cotidiano, de experiencias y de opiniones, creando un espacio relacional que conduce al establecimiento y cultivo de vínculos entre pares.
Estos vínculos han sido una pieza fundamental para que los espacios creados se mantengan y den resultados. Muchos y muchas estudiantes se vinculan a estas redes por ganancias académicas y profesionales, sin embrago, hemos observado que lo que sustenta su estancia en estos espacios son las relaciones que se crean. Por ejemplo, el hecho de que además de ir a una conferencia o a discutir un tema académico, se pueda ir a conversar y a intercambiar experiencias, ideas y opiniones con personas que también se están formando, ha enriquecido la experiencia de formación, pues el aprendizaje deja de estar estructurado y pasa a ser dinámico entre los miembros. De esta forma, las conversaciones se vuelven experiencias de aprendizaje de donde surgen ideas que se pueden transformar en colaboraciones académicas. En consecuencia, podemos observar que estos vínculos entre pares terminan siendo educativos, pues estos permiten que se den aprendizajes inesperados que incluso pueden ser en algunas ocasiones igual o más enriquecedores que los esperados. Como psicólogas y psicólogos en formación, hemos visto que la pandemia ha traído muchos cambios con respecto a la educación y a la manera en cómo estamos aprendiendo. Estos cambios van más allá de la “presencialidad” pues si el clima de aprendizaje tiene un sustento relacional, los/las estudiantes podrán potencializar las oportunidades que la educación virtual presenta. Estos vínculos que hemos podido crear a través de las redes estudiantiles internacionales, además de darnos la oportunidad de dialogar y de aprender entre pares, han posibilitado aprendizajes inesperados y espontáneos de conversaciones que surgen entre los participantes. Esto deja en evidencia la posibilidad de aprender de una forma dinámica entre pares y de encontrar en el diálogo un potente medio para favorecer la formación académica y humana, a la vez que contribuye al proceso de internacionalización de la psicología. Las redes estudiantiles de hoy, fortalecidas y sostenidas en el diálogo, son una apuesta y un compromiso con una profesión más inclusiva y multicultural, son la posibilidad de superar fronteras geográficas y de pensamiento, son una de las valiosas experiencias que ha favorecido la pandemia del Coronavirus y que espera enriquecerse cada vez más a través de nuevos estudiantes dispuestos a construir en medio de la diversidad.