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Psicología evolucionista de las fortalezas del carácter: un área pendiente

Psicología evolucionista de las fortalezas del carácter: un área pendiente

Autor: Jonathan Ayala

La Psicología Evolucionista vincula la Teoría de la Evolución de las Especies (Darwin, 1859) con los procesos psicológicos. 

Dentro de dicha Psicología, ha surgido una teoría que explica las causas últimas de la personalidad: la Psicología Evolucionista de la Personalidad (Buss, 1995, 2019). Esta teoría plantea que el origen de las diferencias individuales se remonta hasta épocas ancestrales, ya que dichas diferencias son mecanismos evolucionados que sirven para resolver problemas de reproducción y supervivencia. Por ejemplo, la recolección de comida es un problema de supervivencia que originó a la creatividad; a su vez, la elección de la pareja (problema de reproducción) originó la inteligencia social. 

Las semejanzas documentadas entre las estructuras nerviosas de los homo sapiens con otros seres vivos, al igual que las semejanzas en las conductas sociales y de consumo, son evidencias que respaldan el origen ancestral de la personalidad. Obviamente, sin negar las evidentes diferencias entre la personalidad humana y los indicios que presentan otras especies.

Por otro lado, existe un área dentro de la Psicología Científica que ha estudiado a los rasgos de personalidad concebidos como moralmente buenos y los ha denominado fortalezas del carácter. Dicha área corresponde a la Psicología Positiva, fundada por Seligman (1998) y tiene como objetos de estudio: (a) las experiencias positivas subjetivas, (b) las instituciones positivas y comunidades, y (c) los rasgos individuales positivos (Seligman, 2017). Con respecto a dichos rasgos, Peterson y Seligman (2004) conceptualizaron al comportamiento moralmente bueno como rasgos de personalidad positivos e identificaron 24 indicadores llamados fortalezas del carácter (e.g., inteligencia social, amabilidad, curiosidad, autocontrol, etc.). 

Desde el aparecimiento de las fortalezas del carácter (Peterson y Seligman, 2004) se han creado centenares de estudios en diversas áreas, como salud, educación, trabajo, entre otros. En dichos estudios se ha encontrado que las fortalezas del carácter se presentan en diferentes niveles entre las personas, son detectables desde temprana edad y se ha comprobado la universalidad cultural. Además, se ha verificado la eficacia de las intervenciones basadas en fortalezas del carácter, y los beneficios individuales y colectivos cuando se aplican cotidianamente las fortalezas. Sin embargo, un área de estudio pendiente corresponde a las causas últimas de las fortalezas del carácter, es decir, los orígenes evolutivos de dichas diferencias interindividuales. Por tal razón, se propone crear líneas de investigación que respondan a las preguntas: (a) ¿cómo están diseñadas las fortalezas del carácter y como obtuvieron ese diseño?; (b) ¿qué funciones cumplen las fortalezas del carácter y para qué han sido diseñadas? y (c) ¿cuál es la relación entre las fortalezas del carácter con el entorno actual para moldear el comportamiento humano?

Para responder a dichas preguntas se propone la extrapolación de los hallazgos de estudios etológicos, de psicología comparada y experimental. Es decir, se propone que mediante la observación de los entornos animales se pueden elaborar explicaciones profundas de las fortalezas del carácter.  

Por ejemplo, para el estudio de las fortalezas interpersonales se podrían identificar paralelismos entre las habilidades sociales de seres humanos y especies evolutivamente menos desarrolladas (e.g., chimpancés, reptiles, aves y peces); ya que al encontrar semejanzas en las habilidades de dichos grupos y diferencias en su complejidad se plantearían hipótesis explicativas de cómo los ambientes originaron y diseñaron a las fortalezas del carácter. Cabe destacar que dichas fortalezas son puramente humanas, pero se propone que son procesos psicológicos que han tenido un largo origen evolutivo, por ejemplo: las conductas altamente complejas como el altruismo y la solidaridad que caracterizan a las personas que tienen la fortaleza amabilidad habrían sido originadas en comportamientos de manada para la supervivencia de individuos en ambientes hostiles. A su vez, las conductas de mayor exploración ambiental que presentan ciertos individuos de algunas especies podrían ser el origen de las conductas de la fortaleza valentía, asimismo, la fortaleza inteligencia social podría estar originada en las diferencias en el dominio social que presentan individuos de ciertas especies, como el llamativo cortejo del pavo cristatus o pavo real. 

Se finaliza recalcando la diversidad de investigaciones que pueden originarse al vincular la Teoría de la Evolución de las Especies con las teorías de la Psicología Positiva.  En principio, las tesis evolucionistas tendrían dificultad en la refutabilidad, pero varios autores (e.g., Ellis y Ketelaar, 2000; Ketelaar y Ellis, 2000) plantearon que existen otras formas para comprobar las teorías científicas. Por tanto, si podemos originar nuevas predicciones y explicaciones de diversas conductas se podría demostrar la veracidad de la Psicología Evolucionista de las Fortalezas del Carácter.

Referencias

Buss, D. (1995). Psicología evolutiva: un nuevo paradigma para la ciencia psicológica. Investigación psicológica, 6 (1), 1-30.

Buss, D. (2019). Evolutionary psychology: the new science of the mind. Routledge.

Darwin, C. (1859). The origin of species by means of natural selection. EA Weeks.

Ellis, B. J., & Ketelaar, T. (2000). On the natural selection of alternative models: Evaluation of explanations in evolutionary psychology. Psychological Inquiry, 11(1), 56-68.

Ketelaar, T., & Ellis, B. J. (2000). Are evolutionary explanations unfalsifiable? Evolutionary psychology and the Lakatosian philosophy of science. Psychological Inquiry, 11(1), 1-21.

Seligman, M. E. (2004). Authentic happiness: using the new positive psychology to realize your potential for lasting fulfillment. Simon & Schuste

Seligman, M. E. (2017). La auténtica felicidad. B DE BOOKS.

doi: 10.30849/psinteram111 | Descarga la versión PDF del artículo

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