La resignificación epistemológica: un reto para las ciencias sociales y la psicología
Alejandro Becerra. Venezuela
Las ciencias sociales y la psicología han experimentado enormes cambios en los siglos XIX y XX, con nuevas teorías y conceptos que han desafiado y ampliado nuestras formas de comprender la sociedad y el comportamiento humano.
Sin embargo, a medida que avanzamos en el siglo XXI, estas disciplinas se enfrentan a nuevos desafíos y oportunidades que requieren una resignificación epistemológica.
La resignificación epistemológica Kuhn en 1962 se refiere como el proceso de reconsiderar y transformar nuestra comprensión de los conceptos y teorías fundamentales en cualquier campo de estudio. En las ciencias sociales y la psicología, este proceso es vital para mantener la relevancia y aplicabilidad del trabajo en estos campos y una aproximación al fenómeno. A continuación, se explora este proceso y su importancia en las ciencias sociales y la psicología.
La Subjetividad y el error categorial
A pesar que el objeto de estudio tanto de las ciencias sociales como de las ciencias naturales son los hechos que hay en el mundo, son las propiedades de los hechos de estudio que las diferencian, lo que indica que hay una distinción ontológica entre los objetos de estudio de las ciencias sociales y los objetos de estudio de las ciencias naturales
Osorio (2007) plantea que los objetos de estudio de las ciencias sociales, depende del acuerdo humano, ya que para la existencia de los mismos se requiere la existencia de los humanos, definiéndose, así como hechos sociales, en cambio para los objetos de estudio de las ciencias naturales, depende del ente conocido como hechos brutos. Partiendo del objetivo de estudio como hecho social, hace que se dependen de las actitudes humanas hacen que las investigaciones en ciencias sociales sean relativistas y subjetivistas.
Lo subjetivo obedece no a las cosas como son en sí mismas independiente de las creencias, gustos deseos o representaciones de las personas, y las ciencias sociales deben conocer las cosas a partir de las creencias, gustos, deseos o representaciones de las personas. En este mismo el relativismo consiste en considerar las cosas a partir de los acuerdos humanos, de las convenciones contextuales que, por lo demás, dependen de las culturas, de sus creencias y maneras de representar el mundo. Entonces, en tanto que los hechos sociales dependen de las creencias de las culturas y sus maneras de representación, las investigaciones en ciencias sociales han de ser relativistas.
El error categorial que hace ver a las ciencias sociales como una disciplina sumergida en la subjetividad y en el relativismo consiste en no saber diferenciar lo epistemológico con lo ontológico. La confusión categorial en la polémica sobre las ciencias sociales, es en parte, a considerar lo ontológicamente subjetivo de los hechos sociales como algo epistémicamente subjetivo, los hechos sociales son ontológicamente subjetivos; porque dependen de los sujetos. Pero de que los hechos sociales sean ontológicamente subjetivos no se sigue que los juicios, las investigaciones que de ellos se hagan, sean epistémicamente subjetivas.
La crisis de la epistemología positivista – antipositivista
La disputa dicotomía cuantitativo-cualitativa sobre que paradigma es mejor lleva a terrenos estériles, ya que las posturas que se distinguen, por su ontología y su epistemología, por la noción que se tenga de verdad y de sujeto, lo que a su vez determina la manera en que se interpreta la información que se recoge a partir de distintas técnicas de recolección de información.
En esta dicotomía quizás se olvida que todos los datos cuantitativos se basan en juicios cualitativos y cualquier dato cualitativo puede describirse y manipularse matemáticamente. Zemelman (2010) menciona que la información cualitativa puede convertirse además en cuantitativa y, al hacerlo, mejora el análisis de la información. Los dos tipos de técnicas se necesitan mutuamente en la mayoría de las veces, aunque también se reconoce que las técnicas cualitativas son apropiadas para responder ciertas preguntas y las cuantitativas, otras.
La distinción cualitativo-cuantitativo es de poca utilidad para distinguir entre posturas epistemológicas, por cuanto las técnicas pueden ser utilizadas de forma intercambiable por uno u otro paradigma. Es más que el investigador busque la forma más efectiva de incorporar elementos de una y otra clase para mejorar la precisión y profundidad de su trabajo, los datos deben deducirse de unos principios, obtenerse en unas prácticas bien desarrolladas, procesarse con las mejores técnicas y dar resultados sin el sesgo del investigador.
El problema de la psicología
Cappelletti (2017) abordó la especificidad ontológica de la psicología se encuentra entonces constantemente dividida a el reduccionismo, por un lado, las ciencias fáctico-naturales, por otro la filosofía y la sociología. Han sido numerosos los intentos y las discusiones que han tenido por objeto establecer algún tipo de cientificidad para la psicología, en especial a partir de la negación de la posibilidad de que ésta integre un cuadro junto a las demás ciencias positivas. Si se toma en cuenta la división referida entre naturalismo y humanismo en psicología, veríamos que la tradición naturalista comienza cuando se propone construir una psicología fundada en el análisis de los reflejos, pues allí se proclama el advenimiento de una psicología sin consciencia y también sin sujeto. Se trata de una psicología analítica, mecanicista y cuantitativista, que tiene por objeto la conducta, en lo que ella tiene de exterior y de material, con el propósito de producir leyes sobre esa conducta con el modelo de las ciencias físicas.
Por su parte Brunetti (2010) refirió la tradición denominada humanista puede asegura en el pensamiento una certidumbre sin grietas a partir de la cual puede construirse todo otro pensamiento, en la cual los hechos humanos que son hechos accesibles al sentido interno y diferentes de los hechos orgánicos. La noción misma de fenómeno es aquí completamente distinta, pues se trata ya no de un objeto material y perceptible en su exterioridad, sino que es la significación el fenómeno mismo y su comprensión el objeto y la tarea de la psicología.
Conclusión
La resignificación epistemológica tiene implicaciones prácticas, en las ciencias sociales, puede ayudar a diseñar políticas más efectivas que reflejen la complejidad de la sociedad moderna. En la psicología, puede ayudar a mejorar los tratamientos y la atención de salud mental, al tener en cuenta la diversidad de culturas.
En este contexto, la resignificación epistemológica implica no sólo la adaptación de teorías existentes, sino también la creación de nuevos marcos teóricos que puedan explicar mejor la complejidad y diversidad de la experiencia humana. Esto implica un compromiso con el pluralismo metodológico, la interdisciplinariedad y la inclusión de perspectivas marginadas.
Muchos de los problemas que atraviesa las ciencias sociales, parten de la construcción del que hacer en la disputa dicotómica cuantitativo – cualitativo y la definición ontológica, la resignificación epistemológica en las ciencias sociales y la psicología es un proceso vital para mantener la relevancia y la aplicabilidad de estas disciplinas en el siglo XXI. Se requiere un compromiso constante con la crítica, la reflexión y la innovación para lograrlo.
Referencias
Brunetti, J. (2010). Algunas consideraciones sobre la relación entre epistemología y psicología en Thomas Kuhn. Bajo palabra. Revista de filosofía, 419-428
Cappelletti, A. J. (2017). Problemas epistemológicos de la psicología contemporánea. Revista de Psicologia Universidad de Antioquia, 9(2), 189-204. https://doi.org/10.17533/udea.rp.v9n2a12
Kuhn, T. S. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.
Osorio, F. (2007). Epistemología De Las Ciencias Sociales. Breve Manual. Ediciones UCSH.
Zemelman, H. (2010). ¿Cómo pensar las Ciencias Sociales hoy? (Primera edición). Universidad Pedagógica Nacional.
Epistemological resignification: a challenge for the social sciences and psychology
Alejandro Becerra. Venezuela
The social sciences and psychology have undergone enormous changes in the 19th and 20th centuries, with new theories and concepts that have challenged and expanded our understanding of society and human behavior.
However, as we move into the 21st century, these disciplines face new challenges and opportunities that require epistemological re-signification.
Kuhn in 1962 referred to epistemological resignification as the process of reconsidering and transforming our understanding of the fundamental concepts and theories in any field of study. In the social sciences and psychology, this process is vital to maintain the relevance and applicability of the work in these fields and an approach to the phenomenon. The following explores this process and its importance in the social sciences and psychology.
Subjectivity and categorical error
Although the objects of study of both the social sciences and the natural sciences are the facts of the world, it is the properties of the facts of study that differentiate them, which indicates that there is an ontological distinction between the objects of study of the social sciences and the objects of study of the natural sciences.
Osorio (2007) states that the objects of study of the social sciences depend on human agreement, since their existence requires the existence of humans, thus defining them as social facts, while the objects of study of the natural sciences depend on the entity known as gross facts. Starting from the object of study as a social fact, it is dependent on human attitudes that make social science research relativistic and subjectivistic.
The subjective does not obey things as they are in themselves, independently of people’s beliefs, tastes, desires or representations, and the social sciences must know things on the basis of people’s beliefs, tastes, desires or representations. In this same relativism consists in considering things on the basis of human agreements, of contextual conventions which, moreover, depend on cultures, their beliefs and ways of representing the world. Therefore, insofar as social facts depend on the beliefs of cultures and their ways of representation, social science research must be relativistic.
The categorical error that makes the social sciences be seen as a discipline submerged in subjectivity and relativism consists in not knowing how to differentiate the epistemological from the ontological. The categorical confusion in the polemic on social sciences is, in part, to consider the ontologically subjective of social facts as something epistemically subjective, social facts are ontologically subjective; because they depend on the subjects. But it does not follow from the fact that social facts are ontologically subjective that the judgments, the investigations that are made of them, are epistemically subjective.
The crisis of positivist-antipositivist epistemology
The quantitative-qualitative dichotomy over which paradigm is better leads to sterile grounds, since the positions are distinguished by their ontology and epistemology, by the notion of truth and subject, which in turn determines the way in which the information gathered from different data collection techniques is interpreted.
In this dichotomy it is perhaps forgotten that all quantitative data are based on qualitative judgments and any qualitative data can be described and manipulated mathematically. Zemelman (2010) mentions that qualitative information can also be converted into quantitative information and, in doing so, improves the analysis of the information. The two types of techniques need each other most of the time, although it is also recognized that qualitative techniques are appropriate to answer certain questions and quantitative techniques others.
The qualitative-quantitative distinction is of little use in distinguishing between epistemological positions, since techniques can be used interchangeably by either paradigm. Rather than the researcher seeking the most effective way to incorporate elements of one or the other to improve the precision and depth of his work, the data must be derived from principles, obtained in well-developed practices, processed with the best techniques, and yield results without researcher bias.
The problem of psychology
Cappelletti (2017) addressed the ontological specificity of psychology is then constantly divided to reductionism, on the one hand, the factual-natural sciences, on the other hand philosophy and sociology. Numerous attempts and discussions have been made to establish some kind of scientificity for psychology, in particular on the basis of the denial of the possibility of psychology being part of a framework alongside the other positive sciences. If we take into account the division referred to between naturalism and humanism in psychology, we would see that the naturalistic tradition begins when it is proposed to build a psychology based on the analysis of reflexes, for there the advent of a psychology without consciousness and also without a subject is proclaimed. It is an analytical, mechanistic and quantitativist psychology, whose object is behavior, in what it has of exterior and material, with the purpose of producing laws on that behavior with the model of the physical sciences.
For his part Brunetti (2010) referred the so-called humanist tradition can ensure in thought a certainty without cracks from which all other thought can be built, in which human facts that are facts accessible to the internal sense and different from organic facts. The very notion of phenomenon is here completely different, for it is no longer a matter of a material and perceptible object in its externality, but it is the significance of the phenomenon itself and its comprehension that is the object and task of psychology.
Conclusion
Epistemological resignification has practical implications: in the social sciences, it can help to design more effective policies that reflect the complexity of modern society. In psychology, it can help improve treatments and mental health care by taking into account the diversity of cultures.
In this context, epistemological resignification implies not only the adaptation of existing theories, but also the creation of new theoretical frameworks that can better explain the complexity and diversity of human experience. This implies a commitment to methodological pluralism, interdisciplinarity and the inclusion of marginalized perspectives.
Many of the problems faced by the social sciences stem from the construction of what to do in the quantitative-qualitative dichotomous dispute and the ontological definition, the epistemological resignification in the social sciences and psychology is a vital process to maintain the relevance and applicability of these disciplines in the XXI century. A constant commitment to critique, reflection and innovation is required to achieve this.
References
Brunetti, J. (2010). Algunas consideraciones sobre la relación entre epistemología y psicología en Thomas Kuhn. Bajo palabra. Revista de filosofía, 419-428
Cappelletti, A. J. (2017). Problemas epistemológicos de la psicología contemporánea. Revista de Psicologia Universidad de Antioquia, 9(2), 189-204. https://doi.org/10.17533/udea.rp.v9n2a12
Kuhn, T. S. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.
Osorio, F. (2007). Epistemología De Las Ciencias Sociales. Breve Manual. Ediciones UCSH.
Zemelman, H. (2010). ¿Cómo pensar las Ciencias Sociales hoy? (Primera edición). Universidad Pedagógica Nacional.
Ressignificação epistemológica: um desafio para as ciências sociais e a psicologia
Alejandro Becerra. Venezuela
As ciências sociais e a psicologia passaram por enormes mudanças nos séculos XIX e XX, com novas teorias e conceitos que desafiaram e ampliaram nossa compreensão da sociedade e do comportamento humano.
Entretanto, à medida que entramos no século XXI, essas disciplinas enfrentam novos desafios e oportunidades que exigem uma ressignificação epistemológica.
Kuhn, em 1962, referiu-se à ressignificação epistemológica como o processo de reconsiderar e transformar nossa compreensão dos conceitos e teorias fundamentais em qualquer campo de estudo. Nas ciências sociais e na psicologia, esse processo é vital para manter a relevância e a aplicabilidade do trabalho nesses campos e uma abordagem do fenômeno. A seguir, exploramos esse processo e sua importância nas ciências sociais e na psicologia.
Subjetividade e erro categórico
Embora os objetos de estudo tanto das ciências sociais quanto das ciências naturais sejam os fatos do mundo, são as propriedades dos fatos de estudo que os diferenciam, indicando que há uma distinção ontológica entre os objetos de estudo das ciências sociais e os objetos de estudo das ciências naturais.
Osorio (2007) afirma que os objetos de estudo das ciências sociais dependem da concordância humana, uma vez que sua existência requer a existência de seres humanos, definindo-os assim como fatos sociais, enquanto os objetos de estudo das ciências naturais dependem da entidade conhecida como fatos brutos. Partindo do objeto de estudo como um fato social, a dependência das atitudes humanas torna a pesquisa em ciências sociais relativista e subjetivista.
O subjetivo não obedece às coisas como elas são em si mesmas, independentemente das crenças, gostos, desejos ou representações das pessoas, e as ciências sociais devem conhecer as coisas com base nas crenças, gostos, desejos ou representações das pessoas. Nesse mesmo relativismo consiste em considerar as coisas com base em acordos humanos, em convenções contextuais que, além disso, dependem das culturas, de suas crenças e de suas formas de representar o mundo. Portanto, enquanto os fatos sociais dependerem das crenças das culturas e de suas formas de representação, a pesquisa em ciências sociais deve ser relativista.
O erro categórico que faz com que as ciências sociais pareçam uma disciplina imersa em subjetividade e relativismo consiste em não saber diferenciar entre o epistemológico e o ontológico. A confusão categórica na polêmica sobre a ciência social é, em parte, considerar a subjetividade ontológica dos fatos sociais como epistemicamente subjetiva, os fatos sociais são ontologicamente subjetivos, porque dependem de sujeitos. Mas não se segue do fato de que os fatos sociais são ontologicamente subjetivos que os julgamentos, as investigações que são feitas sobre eles, sejam epistemicamente subjetivos.
A crise da epistemologia positivista e antipositivista
A dicotomia quantitativa-qualitativa sobre qual paradigma é melhor leva a um terreno estéril, uma vez que as posições se distinguem por sua ontologia e epistemologia, pela noção de verdade e sujeito, que, por sua vez, determina a maneira pela qual as informações coletadas por diferentes técnicas de coleta de dados são interpretadas.
Nessa dicotomia, talvez seja esquecido o fato de que todos os dados quantitativos são baseados em julgamentos qualitativos e que qualquer dado qualitativo pode ser descrito e manipulado matematicamente. Zemelman (2010) menciona que as informações qualitativas também podem ser convertidas em informações quantitativas e, ao fazer isso, melhora a análise das informações. Os dois tipos de técnicas precisam um do outro na maioria das vezes, embora também se reconheça que as técnicas qualitativas são adequadas para responder a determinadas perguntas e as técnicas quantitativas, a outras.
A distinção qualitativa-quantitativa é de pouca utilidade na distinção entre posições epistemológicas, pois as técnicas podem ser usadas de forma intercambiável por qualquer um dos paradigmas. Em vez de o pesquisador buscar a maneira mais eficaz de incorporar elementos de um ou de outro para melhorar a precisão e a profundidade de seu trabalho, os dados devem ser derivados de princípios, obtidos em práticas bem desenvolvidas, processados com as melhores técnicas e produzir resultados sem o viés do pesquisador.
O problema da psicologia
Cappelletti (2017) abordou a especificidade ontológica da psicologia, portanto, é constantemente dividida em reducionismo, por um lado, as ciências factuais-naturais, por outro lado, a filosofia e a sociologia. Inúmeras tentativas e discussões foram feitas para estabelecer algum tipo de cientificidade para a psicologia, em particular com base na negação da possibilidade de a psicologia fazer parte de uma estrutura ao lado das outras ciências positivas. Se levarmos em conta a divisão já mencionada entre naturalismo e humanismo na psicologia, veremos que a tradição naturalista começa quando se propõe a construção de uma psicologia baseada na análise dos reflexos, pois ali se proclama o advento de uma psicologia sem consciência e também sem sujeito. Trata-se de uma psicologia analítica, mecanicista e quantitativista, cujo objeto é o comportamento, no que ele tem de exterior e material, com o objetivo de produzir leis sobre esse comportamento segundo o modelo das ciências físicas.
Por sua vez, Brunetti (2010) referiu-se que a chamada tradição humanista pode garantir no pensamento uma certeza sem fissuras a partir da qual todo o outro pensamento pode ser construído, no qual os fatos humanos, que são fatos acessíveis ao sentido interno e diferentes dos fatos orgânicos. A própria noção de fenômeno é aqui completamente diferente, pois não é mais uma questão de um objeto material e externamente perceptível, mas é o significado do fenômeno em si e sua compreensão que é o objeto e a tarefa da psicologia.
Conclusão
A ressignificação epistemológica tem implicações práticas: nas ciências sociais, ela pode ajudar a criar políticas mais eficazes que reflitam a complexidade da sociedade moderna. Na psicologia, ela pode ajudar a melhorar o atendimento e o tratamento da saúde mental, levando em conta a diversidade das culturas.
Nesse contexto, a ressignificação epistemológica implica não apenas a adaptação das teorias existentes, mas também a criação de novas estruturas teóricas que possam explicar melhor a complexidade e a diversidade da experiência humana. Isso implica um compromisso com o pluralismo metodológico, a interdisciplinaridade e a inclusão de perspectivas marginalizadas.
Muitos dos problemas enfrentados pelas ciências sociais decorrem da construção do que fazer na disputa dicotômica quantitativa-qualitativa e da definição ontológica, a ressignificação epistemológica nas ciências sociais e na psicologia é um processo vital para manter a relevância e a aplicabilidade dessas disciplinas no século XXI. Para isso, é necessário um compromisso constante com a crítica, a reflexão e a inovação.
Referências:
Brunetti, J. (2010). Algunas consideraciones sobre la relación entre epistemología y psicología en Thomas Kuhn. Bajo palabra. Revista de filosofía, 419-428
Cappelletti, A. J. (2017). Problemas epistemológicos de la psicología contemporánea. Revista de Psicologia Universidad de Antioquia, 9(2), 189-204. https://doi.org/10.17533/udea.rp.v9n2a12
Kuhn, T. S. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.
Osorio, F. (2007). Epistemología De Las Ciencias Sociales. Breve Manual. Ediciones UCSH.
Zemelman, H. (2010). ¿Cómo pensar las Ciencias Sociales hoy? (Primera edición). Universidad Pedagógica Nacional.
La re-signification épistémologique: un défi pour les sciences sociales et la psychologie
Alejandro Becerra. Venezuela
Les sciences sociales et la psychologie ont connu d’énormes changements au cours des 19e et 20e siècles, avec de nouvelles théories et de nouveaux concepts qui ont remis en question et élargi notre compréhension de la société et du comportement humain.
Toutefois, à l’aube du XXIe siècle, ces disciplines sont confrontées à de nouveaux défis et à de nouvelles opportunités qui nécessitent une re-signification épistémologique.
En 1962, Kuhn a qualifié la resignification épistémologique de processus de réexamen et de transformation de notre compréhension des concepts et théories fondamentaux dans n’importe quel domaine d’étude. Dans les sciences sociales et la psychologie, ce processus est vital pour maintenir la pertinence et l’applicabilité des travaux dans ces domaines et une approche du phénomène. Ce qui suit explore ce processus et son importance dans les sciences sociales et la psychologie.
Subjectivité et erreur catégorielle
Bien que les objets d’étude des sciences sociales et des sciences naturelles soient les faits du monde, ce sont les propriétés des faits étudiés qui les différencient, ce qui indique qu’il existe une distinction ontologique entre les objets d’étude des sciences sociales et les objets d’étude des sciences naturelles.
Osorio (2007) affirme que les objets d’étude des sciences sociales dépendent de l’accord humain, puisque leur existence requiert l’existence d’humains, les définissant ainsi comme des faits sociaux, tandis que les objets d’étude des sciences naturelles dépendent de l’entité connue sous le nom de faits bruts. En partant de l’objet d’étude comme fait social, la dépendance des attitudes humaines rend la recherche en sciences sociales relativiste et subjectiviste.
Le subjectif n’obéit pas aux choses telles qu’elles sont en elles-mêmes, indépendamment des croyances, des goûts, des désirs ou des représentations des individus, et les sciences sociales doivent connaître les choses à partir des croyances, des goûts, des désirs ou des représentations des individus. De même, le relativisme consiste à considérer les choses sur la base d’accords humains, de conventions contextuelles qui dépendent d’ailleurs des cultures, de leurs croyances et de leurs modes de représentation du monde. Ainsi, tant que les faits sociaux dépendent des croyances des cultures et de leurs modes de représentation, la recherche en sciences sociales doit être relativiste.
L’erreur catégorielle qui fait ressembler les sciences sociales à une discipline plongée dans la subjectivité et le relativisme consiste à ne pas savoir différencier l’épistémologique de l’ontologique. La confusion catégorielle dans la polémique sur les sciences sociales consiste en partie à considérer la subjectivité ontologique des faits sociaux comme épistémiquement subjective, les faits sociaux sont ontologiquement subjectifs, car ils dépendent de sujets. Mais il ne découle pas du fait que les faits sociaux sont ontologiquement subjectifs que les jugements, les investigations qui en sont faites, sont épistémiquement subjectifs.
La crise de l’épistémologie positiviste – anti-positiviste
La dichotomie quantitatif-qualitatif sur la question de savoir quel paradigme est le meilleur conduit à un terrain stérile, car les positions se distinguent par leur ontologie et leur épistémologie, par la notion de vérité et de sujet, qui détermine à son tour la manière dont les informations recueillies à partir de différentes techniques de collecte de données sont interprétées.
Dans cette dichotomie, on oublie peut-être que toutes les données quantitatives sont basées sur des jugements qualitatifs et que toutes les données qualitatives peuvent être décrites et manipulées mathématiquement. Zemelman (2010) mentionne que les informations qualitatives peuvent également être converties en informations quantitatives et, ce faisant, améliorer l’analyse des informations. Les deux types de techniques se complètent la plupart du temps, même s’il est également reconnu que les techniques qualitatives sont appropriées pour répondre à certaines questions et les techniques quantitatives à d’autres.
La distinction qualitative-quantitative n’est guère utile pour distinguer les positions épistémologiques, car les techniques peuvent être utilisées indifféremment par l’un ou l’autre paradigme. Plutôt que de chercher la manière la plus efficace d’incorporer des éléments de l’un ou l’autre paradigme pour améliorer la précision et la profondeur de son travail, les données doivent être dérivées de principes, obtenues dans le cadre de pratiques bien développées, traitées avec les meilleures techniques et produire des résultats sans biais de la part du chercheur.
Le problème de la psychologie
Cappelletti (2017) a abordé la spécificité ontologique de la psychologie est donc constamment divisée en réductionnisme, d’une part, les sciences factuelles-naturelles, d’autre part, la philosophie et la sociologie. De nombreuses tentatives et discussions ont été menées pour établir une sorte de scientificité de la psychologie, en particulier sur la base du déni de la possibilité pour la psychologie de s’inscrire dans un cadre aux côtés des autres sciences positives. Si l’on tient compte de la division susmentionnée entre naturalisme et humanisme en psychologie, on constate que la tradition naturaliste commence lorsqu’il est proposé de construire une psychologie fondée sur l’analyse des réflexes, car c’est là que l’on proclame l’avènement d’une psychologie sans conscience et aussi sans sujet. Il s’agit d’une psychologie analytique, mécaniste et quantitativiste, dont l’objet est le comportement, dans ce qu’il a d’extérieur et de matériel, dans le but de produire des lois sur ce comportement sur le modèle des sciences physiques.
Pour sa part, Brunetti (2010) s’est référé à . La tradition dite humaniste peut assurer à la pensée une certitude sans faille à partir de laquelle toute autre pensée peut se construire, dans laquelle les faits humains qui sont des faits accessibles au sens interne et différents des faits organiques. La notion même de phénomène est ici complètement différente, car il ne s’agit plus d’un objet matériel et extérieurement perceptible, mais c’est la signification du phénomène lui-même et sa compréhension qui sont l’objet et la tâche de la psychologie.
Conclusion
La resignification épistémologique a des implications pratiques: dans les sciences sociales, elle peut aider à concevoir des politiques plus efficaces qui reflètent la complexité de la société moderne. En psychologie, elle peut contribuer à améliorer les soins et les traitements de santé mentale en tenant compte de la diversité des cultures.
Dans ce contexte, la resignification épistémologique implique non seulement l’adaptation des théories existantes, mais aussi la création de nouveaux cadres théoriques susceptibles de mieux expliquer la complexité et la diversité de l’expérience humaine. Cela implique un engagement en faveur du pluralisme méthodologique, de l’interdisciplinarité et de l’inclusion de perspectives marginalisées.
Bon nombre des problèmes auxquels sont confrontées les sciences sociales découlent de la construction de ce qu’il faut faire dans le conflit dichotomique quantitatif-qualitatif et de la définition ontologique, la resignification épistémologique dans les sciences sociales et la psychologie est un processus vital pour maintenir la pertinence et l’applicabilité de ces disciplines au 21e siècle. Un engagement constant à la critique, à la réflexion et à l’innovation est nécessaire pour y parvenir.
Références
Brunetti, J. (2010). Algunas consideraciones sobre la relación entre epistemología y psicología en Thomas Kuhn. Bajo palabra. Revista de filosofía, 419-428
Cappelletti, A. J. (2017). Problemas epistemológicos de la psicología contemporánea. Revista de Psicologia Universidad de Antioquia, 9(2), 189-204. https://doi.org/10.17533/udea.rp.v9n2a12
Kuhn, T. S. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.
Osorio, F. (2007). Epistemología De Las Ciencias Sociales. Breve Manual. Ediciones UCSH.
Zemelman, H. (2010). ¿Cómo pensar las Ciencias Sociales hoy? (Primera edición). Universidad Pedagógica Nacional.
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