Select Page

Hoy es un día muy triste. Nos dejó Rubén Ardila

Hoy es un día muy triste. Nos dejó Rubén Ardila

Mirta Granero

graneromirta@gmail.com

Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

Hoy es un día muy triste. Nos dejó Rubén Ardila.

El padre de la psicología americana.

Autor de más de 35 libros y cientos de artículos. Ex presidente de la SIP y de cantidad de sociedades psicológicas a nivel mundial. Fundador de ALAMOC hace 50 años y de revistas científicas, como la Revista Latinoamericana de Psicología, la cual inicio con dinero recibido de regalos por su casamiento a mediado de los 60.

Dedico su vida a la psicología, descubrió cosas importantes referente al ser humano, abrió caminos para esta ciencia y para sus discípulos. Creo escuela y era la voz cantante de la psicología para todos los que lo conocíamos.

Nos avisaba de nuevas propuestas, de nuevas técnicas y de todo lo que acontecía en ese campo. Era nuestro Google y estuvo en comunicación hasta hace pocos días a raíz de su nuevo libro y de su carta anual tan esperada por quienes las recibíamos. Su legado debe ser el más importante de todos los psicólogos de este continente.

Partió Rubén Ardila y nos deja un vacío en el alma. Es una gran pérdida para la Psicología a nivel mundial. Pero sobre todo para mí partió mi amigo, mi hermano desde hace casi 44. años. Nos queríamos mucho y nos consultábamos asiduamente sobre aspectos de nuestras vidas.

Creo que cada uno ha sido la persona con quién hemos tenido en nuestra relación más confidencias. Sabíamos que podíamos hablar como decíamos, a calzón quitado. Nos acompañamos mucho en las muertes de su pareja y de la mía. Viajé a Bogotá cuando su pareja estaba muriendo y hasta elegimos juntos el lugar donde pensaba enterrar sus cenizas, fue en el 2002. Y cuando murió Ricardo Musso (1989), por semanas me llamó por teléfono todos los días.

No se me hace creíble pensar no comunicarnos nunca más. En nuestras largas charlas sobre el amor, la ciencia, la muerte, la política y la vida en la vejez ambos sabíamos que algunos de los dos, en un algún momento, iba a recibir la noticia de la muerte del otro y aunque los dos queríamos seguir viviendo, ninguno quería ser quien la recibiera primero.

Un día charlamos sobre nuestros funerales y testamentos, ya que ambos estábamos despidiéndonos de nuestra biblioteca. Él donando sus libros al Colegio de Psicólogos de Colombia. Yo regalando y dejando dicho que quería que hicieran con los que quedaban y allí descubrimos que los dos queríamos que pusieran la misma canción en nuestros funerales:

“Gracias a la vida” de Joan Báez

Voy a extrañarte mucho a Rubén. Gracias por haber sido mi amigo.

Volveré a verte en mis sueños y te seguiré queriendo siempre.

Por favor, cuando yo tome el tren en el que vos hoy partiste no te olvides de esperarme en alguna estación.

————–

Hoje é um dia muito triste. Rubén Ardila nos deixou.

Hoje é um dia muito triste. Rubén Ardila nos deixou.

O pai da psicologia americana.

Autor de mais de 35 livros e centenas de artigos. Ex-presidente da SIP e de inúmeras sociedades psicológicas no mundo todo. Fundador da ALAMOC há 50 anos e de revistas científicas, como a Latin American Journal of Psychology, que ele iniciou com dinheiro recebido de presentes de casamento em meados da década de 1960.

Ele dedicou sua vida à psicologia, descobriu coisas importantes sobre os seres humanos e abriu caminho para esta ciência e para seus discípulos. Ele criou uma escola e foi a principal voz da psicologia para todos nós que o conhecemos.

Ele nos informou sobre novas propostas, novas técnicas e tudo o que estava acontecendo na área. Ele era o nosso Google e estava em comunicação até alguns dias atrás, após seu novo livro e sua carta anual, tão ansiosamente aguardados por aqueles de nós que os recebemos. Seu legado deve ser o mais importante de todos os psicólogos deste continente.

Rubén Ardila faleceu, deixando um vazio em nossas almas. É uma grande perda para a Psicologia mundial. Mas acima de tudo, meu amigo, meu irmão de quase 44 anos, me deixou. Nós nos amávamos muito e nos consultávamos frequentemente sobre aspectos de nossas vidas.

Acredito que cada um deles foi a pessoa com quem mais compartilhamos confidências em nosso relacionamento. Sabíamos que podíamos falar como queríamos, com as calças na mão. Nós compartilhamos muito apoio durante as mortes do meu e do parceiro dele. Viajei para Bogotá quando sua companheira estava morrendo e até escolhemos juntos o lugar onde eu planejava enterrar suas cinzas, era 2002. E quando Ricardo Musso morreu (1989), durante semanas ele me ligou todos os dias.

Não sei, isso me faz acreditar que nunca mais nos comunicaremos. Em nossas longas conversas sobre amor, ciência, morte, política e vida na velhice, nós dois sabíamos que um de nós, em algum momento, receberia a notícia da morte do outro e, embora ambos quiséssemos continuar vivendo, nenhum de nós queria ser o primeiro a recebê-la.

Um dia, estávamos conversando sobre nossos funerais e testamentos, enquanto nos despedíamos da biblioteca. Ele doou seus livros ao Colégio de Psicólogos da Colômbia. Eu estava dando-os e dizendo o que eu queria que eles fizessem com os que sobraram e lá descobrimos que nós dois queríamos que a mesma música fosse tocada em nossos funerais:

“Graças à Vida” de Joan Báez

Vou sentir muita falta de você, Ruben. Obrigado por ser meu amigo.

Eu te verei novamente em meus sonhos e sempre continuarei a te amar.

Por favor, quando eu pegar o trem em que você partiu hoje, não se esqueça de me esperar na estação.

About The Author

Leave a reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *